sábado, 6 de diciembre de 2008

Textos de despedida a mi Viejo

Hola muchachada!
Hace ya un tiempo que no estoy “posteando” nada en el blog, es que ando con mucho laburo (del remunerable, vió), pero en estos últimos días he realizado esta ilustración para un amigo (si se lo puede llamar así) y quería compartirla con el mundo.
Primero como empezó esto.
El día 19/11 leí en Taringa! un excelente post de la autoría de Waits, un usuario uruguayo que con sus “Textos de despedida a mi padre” llegó a lo profundo de mi psiquis y logró que la inspiración fluyera de mi mente a la punta del lápiz. Posteriormente a la realización de la obra hoy expuesta, descubrí que Fernando Martínez (el nombre cristiano de Waits), se topó con el fallecimiento de su padre en circunstancias bastante chocantes a mi parecer, por lo cual sentí que quizás le había faltado el respeto a Martínez y a la memoria de su padre, y espero que el autor se tome mi trabajo como un homenaje a su persona y al extraordinario material de lectura que me provee.



A continuación: “TEXTOS DE DESPEDIDA A MI PADRE” por Fernando “Waits” Martínez

PAISAJE

Soles y aluminio. Tal cual el desorden del lugar. Acabado por esta visión, piensa cartas al amanecer. Rompiendo con el pasado elabora su propio conjuro con restos de frío que quedaron y llenan su abrigo; pero todo intento termina con el taladrar mecánico de la fabrica, ruidos de compresor abierto al pecho, techos de zinc rebotando en las ventanas verde aceituna, pintadas así para evitar distracciones del personal (de esta manera no se puede mirar afuera) Son largos pasillos que conducen a otros pasillos. En los lavabos domina el olor a orín pese a los intentos de Mercedes de mantener limpio el lugar. El resto no importa, sólo agrega matices al lugar. Y el sol que no se ve. Mercedes zigzaguea el trapo por los corredores. Buenas caderas al andar le había dicho muchas veces,pero nunca le creyó."-No importa-"se dijo después de todo también era parte del paisaje y mejor olvidar que rescatar donde no hay que rescatar. Su oficina estaba apartada del resto de la planta por un enorme vitral desde donde los encargados vigilaban los movimientos de la gente. Una gran puerta lo separa del actual Gerente, que por supuesto tiene menos méritos que él, pero se consuela pensando que no le interesa, por lo menos en los últimos treinta años. Cada mañana,
al llegar a su lugar de trabajo, repite su conjuro:
camina hacía la cafetera,
tres cucharadas de edulcorante y cargar pesadas carpetas hasta su escritorio.
El vaso pesa más con los años,
comprueba con una sonrisa al retrato sobre la mesa.
Y así pasan las horas trabajando sin respiro hasta la sirena del mediodía.
Esta es aguda y prolongada como un lamento. Entonces se reúne con la gente tras grandes mesas servidas con delicias que no pudo elegir. A menudo come allí,
podría hacerlo en su oficina,
pero lo necesita para no pensar en ella. A veces sabe mirar al resto.
es parte de su conjuro.
Todos saben de la media hora estipulada y no lo discuten,
sólo comen con voracidad los gestos que los rodean,
como si fueran parte de almuerzo,
y a espera del sonido para volver a sus lugares. El camina por los pasillos lentamente.
Observa el paisaje con la secreta esperanza de que haya cambiado.
Por lo menos hoy,
que todo se tornó más difícil después de la última perdida. Al llegar se cierran las paredes.
El retrato aprieta. Varias veces se topa con la puerta antes de darse cuenta que el sitio exacto donde debería estar,
era en el suelo.

DESPUÉS DEL CIRCO/ACTO DEL NO CUERPO

Ver lo que he visto cambió tu rostro en mi recuerdo. Hasta ayer creía en vos como algo imperecedero, único. Hoy voy a empezar a hundirme en tu muerte olvidando tu foto en el pasado. Voy a entender en tu idioma (causa y azar de esta condena) el por que no despedirnos. Última ausencia has causado, arañando tu imagen al vacío, embadurnando aún más esta existencia. Nada me consuela: tumbas sin noche ni nombre, pequeño jardín a tus pies, mármoles y hastío. El resto, el resto son detalles que el tiempo irá secando. Tierra y tierra ha caído. Mi hermana corre a mis brazos, tanto dolor seca este enero, dejando tras si tu imagen descuidada (perla de mi costado) que hoy llora tu ausencia y se mezcla en el desatino.

Nos vemos la próxima… Bon voyage!

1 comentario:

semola souto dijo...

uff es muy fuerte el texto, tu dibujo capta la escencia,
te queria felicitar por tus laburos,
muy buen material.
nos estamos viendo
un abrazo
semola